Hablemos pues de política


Por lo general evito hablar de política, pues creo que cualquier discusión es inútil y no nos lleva a ningún lado. Hoy me dijo un amigo que debería tocar el tema, ya que debo pensar en el futuro de mi hija de apenas un año de edad. «Si no tragas a «X» candidato, debes alzar la voz en contra de él» me dijo. Yo le pregunté, y me sigo preguntando: ¿Eso tiene algún beneficio para mí, para mi familia o para el país?

Existe un gran número de personas que alza la voz a diario, también hay una enorme cantidad de críticas y opiniones contra el sistema, gobierno, campañas, candidatos, instituciones, etc. Criticar es lo más sencillo del mundo, también prometer grandes cambios, pero proponer soluciones es casi imposible.

A veces quisiera tener «la ceguera» de los seguidores fieles de un partido, que dejan pasar por alto lo obvio, lo que todos ven y ellos pretenden justificarlo usando el arma de la difamación o juicio a sus rivales. Censuran el comportamiento del oponente, siendo que esas prácticas las han tenido por años. Los antiguos políticos dicen saber gobernar y ahora dicen que ya cambiaron. Si sabían gobernar, ¿por qué deben cambiar?

El uso de la palabra Democracia (Romance entre hijo de AMLO con hija de Creel) -Ah, no, esa no es la definición, me equivoqué en el «Control-Pega»-

En esa doctrina política en que el pueblo ejerce la soberanía mediante la elección libre de sus dirigentes, no deben caber las dictaduras, y me atrevo a llamarle así a la permanencia de un solo partido por tanto tiempo. Acuso a la política en general de tener al país estancado, pues todos ven por sus intereses, no por la nación. Frenan los buenos proyectos, se tienden trampas unos a otros para que se «vean mal» y si se llevan entre las patas a personas inocentes, les importa un soberano cacahuate. Lo peor es que no piensan en las futuras generaciones, en sus propios hijos que heredarán un basurero.

Los mexicanos somos pensantes, no podemos apartar la vista de las sucias prácticas de siempre, de la contaminación auditiva y visual que a diario nos exponen. Nos saturan por todos los medios, hacen debates que parecen circos, sacan a flote los peores vicios de los candidatos, esos que «se supone» son elegidos por su capacidad de dirigir una nación.

Hay mucha tela de dónde cortar, mucho por decir y nada por hacer.

¿Sirvió de algo todo este desahogo de mi parte? Creo que sí. Hay palabras que tenía atoradas en mi mente y me estaban causando un terrible dolor de cabeza.

«Si una mujer pública es una prostituta… ¿por qué un hombre público es un político?» Frase popular.

-.-.-.-.-

«La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos.»  Louis Dumur. Escrito Suizo.

 

Deja un comentario